Dieta con Hidroxitirosol
La antigua palabra griega “diaita”, de la que deriva dieta, significa estilo de vida equilibrada, y esto es exactamente lo que es la Dieta Mediterránea, mucho más que una pauta nutricional.
La dieta mediterránea no es solo un patrón alimentario sino que es un estilo de vida. La dieta mediterránea combina ingredientes de la agricultura local, recetas y formas de cocinar propias de cada lugar, comidas compartidas, celebraciones y tradiciones, y todo ello, junto al ejercicio físico moderado diario, y favorecido por un clima benigno, completa este estilo de vida.
Tanto es así que la ciencia moderna la ha tomado como un excelente modelo de vida saludable, y nos invita a que la incluyamos en nuestra vida dados los incalculables beneficios que de ella se desprenden para nuestra salud.
El Mar Mediterráneo es un lugar complejo, donde multitud de culturas confluyen desde el inicio de la civilización. Sus características geográficas han permitido que el comercio y el intercambio cultural durante miles de años favoreciera el desarrollo de la civilización occidental, tal y como la entendemos en la actualidad.
Y la alimentación no ha escapado a las influencias de las diferentes culturas mediterráneas, de forma que cada zona mediterránea tiene su particular manera de alimentarse, pero siempre con unos rasgos comunes que caracterizan a lo que hoy conocemos como dieta mediterránea, forjada durante cientos de años y llegándonos como una herencia de nuestros antepasados.
Permitiendo así su protección, difusión y transmisión, de forma que toda la población mundial pueda beneficiarse de las bondades de esta forma de entender la vida y la alimentación.
Ancel Benjamin Keys ( 26 de enero de 1904 – 20 de noviembre de 2004), fisiólogo norteamericano conocido por su contribución al estudio de la dieta sobre las enfermedades cardiovasculares, es considerado el gran impulsor de la denominada dieta mediterránea, predicó llevándola a la práctica y a ello se atribuye su carácter centenario.
El interés de A. Keys por la relación entre el colesterol en sangre y las enfermedades cardiovasculares ya empezó en 1949. Se considera que su contribución más relevante a la ciencia fue el Estudio de los Siete Países, primer ensayo multinacional sobre la potencial relación entre la enfermedad coronaria y el colesterol de la dieta.
Él y sus colaboradores observaron que la incidencia de las enfermedades coronarias era mucho mayor en los países cuyo estilo de vida se caracterizaba por un alto aporte dietético de grasas totales y de grasas saturadas. También se dieron cuenta de que la incidencia de las cardiopatías coronarias era más alta en países del norte de Europa que en los del sur.
La difusión de estos datos extendió la creencia de que el estilo de vida al que se refería A.Keys y sus colaboradores era la “dieta mediterránea”.
Características de la dieta mediterránea:
El equilibrio de esta dieta consiste en la abundancia de productos vegetales (pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas, frutos secos…); el uso de aceite de oliva como fuente principal de grasa,; el consumo moderado de pescado, aves de corral, productos lácteos, huevos ; el consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas; y aportes diarios de vino consumido durante la comida.
Por tanto, la perfecta combinación de dichos alimentos garantiza la presencia de fibras, vitaminas y antioxidantes suficientes.
«Se recomienda tomar Aceite de Oliva en cada comida principal»
El Hidroxitirosol es el componente principal del aceite de oliva
Los alimentos presentes en la dieta mediterránea, así como su frecuencia de consumo y el estilo de vida, se representan en una pirámide. En la base se concentra lo más importante, lo que sustenta la dieta mediterránea, y en la punta se encuentran aquellos alimentos que deben formar parte de nuestra alimentación de forma esporádica.